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La masturbación femenina en México es un tema tabú. Y ¿cómo no va a serlo? ¿De verdad creímos que iba ser fácil abordar un tema de autoplacer y autoerotismo femenino dentro de la sociedad en la que vivimos hoy en día? Pues no lo es, pero creo que es un tema de muchísima importancia y es por eso que exploraremos este tema tan hermoso pero tan difícil a la vez.
Realicé una pequeña encuesta con amigas y conocidas para ver cuales eran los principales aspectos positivos y negativos asignan a la masturbación femenina.
En primer lugar, algo que es tan obvio: nunca nadie nos enseña que podemos hacerlo, si quieres hacerlo va a ser porque tú misma lo decidiste y vas a tener que explorar desde cero. Si de por sí la educación sexual en México es algo bastante pobre y mal hecho (por no decir alarmante), pues la educación sobre el placer femenino es nula, algo que es completamente distinto para los hombres ya que se habla de una forma bastante natural desde que son pequeños. La culpa judeocristiana lo castiga, enseña a las niñas desde muy temprana edad que es algo malo, que es algo “sucio” e incluso que es contactar al diablo. Sí, una amiga me contó cómo una monja de su escuela le dijo que la masturbación era “el timbre del diablo”. Para niñas que creen en la religión y han crecido con ella en sus casas y en la escuela, escuchar esto ha de ser verdaderamente traumático, y vaya que marca los comportamientos de jóvenes adultas que siguen sintiendo esta sensación de culpa, suciedad y el sentirse juzgadas por el simple hecho de querer darse un poco de placer y amor a sí mismas.
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Mi bisabuela muchas veces le contaba a mi abuela que “dicen que si te masturbas te vuelves loca” lo cual mi abuela le dijo a mi mamá y por suerte mi mamá no me lo dijo a mí hasta ayer que le pregunté al respecto de este tema, las dos nos reímos nerviosamente. Mi mamá incluso me contó cómo alrededor del 2010 salió una noticia que decía que si te masturbabas tenías más probabilidades de desarrollar una enfermedad del corazón.
No debemos limitarnos por las creencias que nos han inculcado. Claramente todas estas creencias son falsas y sin fundamentos, ¿por qué les seguimos creyendo?
Otros aspectos negativos de la masturbación pueden tener que ver con la falta de privacidad para hacerlo, que tu pareja piense que no te satisface (no tiene nada que ver con la pareja, es algo completamente personal) y también con el uso de la pornografía para darnos un empujón al comienzo. Menciono este último punto ya que la pornografía es una institución que no respeta a las mujeres en lo absoluto y que está ligada al tráfico de personas, ese es un tema que revisaremos otra semana aquí en Inclusión Total.
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Ahora bien, ¿cuáles son los aspectos positivos de la masturbación? Quisiera comenzar por decir que a veces (o incluso la mayoría de las veces) nos podemos dar más placer a nosotras mismas del que nos podría dar una pareja sexual y esto es interesante ya que a raíz de este gran placer propio se puede llegar a un mayor placer en pareja, ya que te ayuda a descubrir qué es lo que te gusta y qué es lo que no y a conocer tus propios límites ya que es el único momento en el que puedes probar cruzarlos y ver hasta dónde te permitirías llegar con alguien más.
La masturbación es una parte fundamental del autocuidado. Es un momento que te das a tí misma en el cual conoces tu propio cuerpo a través de la autoexploración. A mi personalmente se me hace algo hermoso conocer todas las partes de mí misma para llegar a amarlas todas. Masturbarte ayuda al amor propio a través del autoerotismo ya que te das cuenta que todo lo que cualquier persona te pueda dar tú te lo puedo dar a mi misma. No depender de nadie para tu propio placer te lleva a una independencia orgásmica y una vez que llegues ahí, no habrá vuelta atrás, ya que eso te lleva a explorar aún más y darte cuenta que, para las personas con vulva, hay muchísimas maneras de llegar al orgasmo y que cada uno es diferente (puedes aprender a “squirtear”, por ejemplo). También es increíble la exploración de diferentes juguetes sexuales y lubricantes, ya que cada uno provoca sensaciones distintas.
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Por otro lado la masturbación ayuda a relajarte, bajar los niveles de estrés, disminuir el dolor de los cólicos y todo esto gracias a que al masturbarte liberas endorfinas, dopamina y serotonina, que son neurotransmisores ligados al placer, a la felicidad y a la euforia.
Es importantísimo mencionar que si comienzan su proceso de autoexploración sean muy higiénicas ya sea con sus manos o con sus juguetes porque si no se es rigurosa con esto se puede llegar a tener una infección.
Gracias al feminismo se ha normalizado un poco más este tema, pero debemos seguir hablando de esto para que cada vez más mujeres se sientan cómodas con respecto al tema.
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Según los diferentes entornos hay diferentes pensamientos. No es lo mismo el enfoque en México que en Canadá, por ejemplo. No es lo mismo la plática en la generación z que en la millenial que en la generación x o las baby boomers. Dónde me cuentan que “nunca he hablado con mis amigas sobre la masturbación”. Me di cuenta que la generación x en específico se incomoda mucho con este tema pero también siguen habiendo demasiadas mujeres jóvenes que se incomodan con el tema. Por último, no es lo mismo según los diferentes tipos de educación (escuelas religiosas VS escuelas laicas).
En conclusión, la masturbación es una forma de darse amor a sí misma por la cual no nos debemos de sentir ni culpables, ni sucias, ni juzgadas ya que nos podemos dar cuenta que todos esos aspectos negativos son cuentos inventados de las religiones que no tienen ni pies ni cabeza y honestamente no tienen ninguna finalidad ni propósito. Sigue siendo esta cultura del miedo y la culpa que debemos abolir. Hablenlo con sus amigas sin juzgarse entre ustedes. Dense consejos, cuéntense que les gusta y qué no, de verdad que no tiene nada de malo. El comenzar a hablar del tema es importante para el seguimiento de la revolución feminista y de nuestra deconstrucción. No nos sigamos posicionando como lo que quieren que seamos, posicionémonos como nosotras queramos ser y donde nosotras queramos estar.
Honestamente, si es que hay una Diosa, ella estaría muy orgullosa de tí por quererte tanto y darte amor y placer a tí misma.
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Texto por Maria Luna Flores
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