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Al momento de volverte feminista, te das cuenta que toda persona que no lo es encontrará en todo argumentos para invalidar el movimiento y hacerte dudar de tus decisiones. Muchas veces los buscan en las cosas que más amas y que más te hacen feliz. Es por eso que debes estar siempre preparada y bien informada sobre los temas que a ti te interesan, ya que, aunque es importante escuchar las opiniones de los demás, personalmente no creo que sea necesario hacerlo siempre. No creo que por tener opiniones “controversiales” o diferentes a la mayoría de la población necesitamos prestarnos a discusiones en las cuales no queremos participar. Quizás simplemente no es el momento para tener esa conversación.
Una parte que me parece muy importante de ser activista es darse tiempo para sí. Necesitamos cuidar de nosotros mismos, desconectarnos de las luchas por momentos, bailar, cantar, ver a amigos, leer, ver películas tontas que no requieran tanto pensamiento o análisis. Esta semana me di cuenta de que llevo dos años sin poder terminar un libro y tengo varios a medias y que eso se debe a que todos los libros que elijo comenzar a leer son libros sobre feminismo, sobre política, sobre desigualdades y en general sobre las luchas sociales. Mi elección de libros obviamente tenía que ver con que quiero ser una activista informada, que sepa a fondo sobre cada tema por el que lucha. Pero si estos temas de por sí están en mi cabeza 24/7 y aparte están en lo que leo y en las películas que veo nunca voy a tener un ratito para escaparme de esta realidad en la que vivimos y que personalmente me hace sufrir y enojar bastante y me drena la energía.
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Si el camino de vida que elegiste (o que te eligió a ti) es el camino de la lucha social debes en primer lugar cuidarte a ti mismo, porque es un camino agotador, lleno de desilusiones, duelos, ira, peleas y batallas que a veces parecen sin sentido. Pero también es un camino que te acercará a las personas indicadas, que te tomarán la mano y te acompañarán, que te entenderán como creías que nadie lo haría, personas con las que no tendrás que pelear por percepciones de vida o por opiniones sobre derechos humanos, personas que te empaparán de amor y con un abrazo te harán olvidar por un momento lo jodido que está el mundo.
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Sí creo que es importante estar informados sobre los temas por los cuales se luchan pero nunca al punto en el que esto nos causa un sufrimiento extra. No por ser activistas le debemos nuestra vida al movimiento. La semana pasada una compañera de clase me preguntó si daría mi vida por alguna lucha, a lo que después de mucha reflexión respondí que sí. Pero creo que esa es una pregunta que puede tomar muchas formas, ya que puedes dar tu vida a largo plazo así como puedes sacrificarte por completo en un momento.
Doy mi vida a las luchas sociales porque es el camino que tomé pero también me doy mi vida a mi misma, me doy mis gustos, mis escapes de la realidad porque son justos y necesarios y no me siento mal por hacerlo (o al menos intento no sentirme mal por ello). Estoy aprendiendo a no tomarme las cosas tan en serio, a sentirme menos frustrada por la vida y en vez estar más abierta a todo lo que me tenga que enseñar. Estoy dispuesta a mirar todo lo que se me ponga enfrente, aprender de ello y luego dejarlo ir. Tu vida solo la vas a vivir tú, rodéate de todo lo que te apasiona y lo que te levanta, lo que te da placer y lo que te da felicidad.
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Texto por Maria Luna Flores
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