Desde Gante, Bélgica, Tarmak se manifiesta con Careless CRISPR, un primer adelanto de su próximo álbum Delete to Proceed, programado para septiembre de este 2025. Este track instrumental de seis minutos no sólo marca un regreso, sino una evolución. Aquí no hay letra, pero hay una narrativa sonora que se siente en cada golpe de batería y cada línea de bajo.
Careless CRISPR
Lo primero que destaca es la forma en que la canción construye tensión. Comienza con un ambiente hipnótico, casi cinematográfico, que se va cargando de energía. Cada instrumento aporta capas que se entrelazan como una trama oscura: la guitarra atmosférica, el bajo denso y con cuerpo, una batería implacable. Para mí, es como una banda sonora de un thriller genético.
A medida que avanza, el ritmo se vuelve más insistente, más urgente. Me fascinó cómo logran ese colapso sonoro en el último tercio, como si todo el edificio emocional que armaron se viniera abajo. Pero ahí no termina: tras el caos, viene un momento de pausa, casi de duelo. Y justo cuando parece que ya no hay nada, la banda reconstruye la esperanza con acordes suaves y progresivos.
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Tarmak demuestra con Careless CRISPR que el stoner rock puede ser denso, progresivo y narrativo al mismo tiempo.
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Hailing from Ghent, Belgium, Tarmak unveils Careless CRISPR, the first single from their upcoming album Delete to Proceed, due September 2025. This six-minute instrumental track doesn’t just introduce a record—it sets the emotional tone for an entire world. There’s no need for lyrics when the instruments speak this loudly.
The track opens like a slow-burning thriller. Its hypnotic rhythm builds tension layer by layer: atmospheric guitar, thick bass, relentless drums. It feels like a soundtrack to humanity’s turning point—where ambition outruns caution, and gene editing walks a line between progress and collapse. What I loved most was the climax—an emotional collapse that unravels everything built so carefully. But instead of ending in chaos, the song gives space to mourn. Then slowly, from the rubble, it rebuilds. The final moments bring a flicker of hope. It’s cinematic, raw, and brilliantly executed.
Tarmak proves with Careless CRISPR that stoner rock can be heavy, progressive, and deeply narrative. Follow them on social media, and of course, stay tuned to my picks so you don’t miss the best in music.
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