Morgan-Paige es una artista interdisciplinaria de raíces góticas y experimental. Su trabajo transita entre música, performance y cine, siempre desde una mirada crítica y profunda. Si algo me gusta de su propuesta es que es imposible de encasillar. Cada obra es una exploración visceral sobre identidad, trauma y resistencia. En su universo todo tiene un significado, incluso el silencio.
Resurrectio: Act I es su EP más reciente, y probablemente el más ambicioso. Es una obra narrativa que habla de la herencia ancestral, de la lucha contra estructuras coloniales, y de cómo la música puede ser un acto de resurrección. Con solo tres tracks, logra transportarnos a una especie de rito sonoro, donde la voz es el instrumento central. Desde la primera escucha, supe que esto no era solo música, sino toda una experiencia.
Imprescindibles en Resurrectio: Act I
Siren’s Call abre el acto con una atmósfera oscura y densa. Las voces de Sandra Adderley y Morgan-Paige son hipnóticas. Literalmente, parecen sirenas llamando desde lo profundo. «Come to me young valour, with the swarm you keep with you», es una advertencia disfrazada de seducción. Me atrapó desde la primera línea. Es un duelo entre el deseo y el miedo, entre lo que se ve y lo que se intuye.
Dolemus te terrere es un ritual auditivo. Su textura es teatral, con coros en latín que invocan a los muertos. La interpretación de Sarah Slean como Ulchareyes es inquietante. Me impactó la frase «I guard my crown jewels to not be castrated again». Dura, directa. Es una declaración de resistencia femenina, un acto de memoria. El coro «exercitus spirituum oriantur haec sepulcris» retumba como un mantra. De lo más poderoso que he escuchado este año.
Ocean’s Rupture cierra con una pieza extensa, compleja y emocionalmente brutal. Las cuerdas de VC2 se sienten como olas que revientan contra rocas. Es un tema de lucha interna, de voces que no callan. «I feel I’m crawling back into the skin I once shed», me pareció una línea demoledora. Habla del trauma que vuelve, del esfuerzo por proteger a otros de nuestro propio dolor. Este track no se escucha, se enfrenta.
Producción y Sonido en Resurrectio: Act I
Este EP tiene una producción impecable. La voz es el centro de todo, y cada capa vocal está meticulosamente construida. Hay momentos que parecen sacados de una obra de teatro sonoro. Las percusiones suaves y los arreglos de cuerdas le dan una profundidad cinemática. Me encantó cómo se crean atmósferas envolventes sin necesidad de instrumentos convencionales. Cada canción es un universo, con matices que van del susurro al clamor. Es experimental, pero no inaccesible. Te atrapa y no te suelta.
Escucha y Sigue su trayectoria
Resurrectio: Act I no es para escuchar de fondo. Es para sumergirse. Morgan-Paige nos entrega una obra intensa, emocional y llena de significado. Síguela en sus redes sociales, y claro, mantente al tanto de mis recomendaciones para no perderte lo mejor de la música.
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