Desde el Reino Unido y con espíritu noventero, Kerosene Cocktail debuta con Smyt, una rola que grita actitud y cero filtros. La banda formada por Sam Bustard, Tavis Harvey y Kenny Couch mezcla el caos melódico del pop punk clásico con letras que abrazan lo incómodo. Si extrañas a Blink-182, pero quieres algo con sabor nuevo, acá tienes material.
Smyt
Desde la primera línea, “It’s 3am and I’m smoking weed in my bed”, ya sabes que esta canción no va a endulzarte el oído. Es directa, torpe, honesta. Habla de ansiedad, deseo y ese humor ácido que florece cuando no sabes qué hacer con tus emociones. A mí me sacó una carcajada incómoda.
La rola funciona porque no intenta disfrazarse de algo profundo. Al contrario, lo absurdo es lo que conecta. Cuando canta “Show me your titties” lo hace entre la broma y la súplica. Es un grito patético, sí, pero genuino. No intenta ser cool, y justo por eso, termina siéndolo.
La música de Kerosene Cocktail
Aquí la cosa se pone sabrosa. El sonido es totalmente orgánico, cero plástico. Hay guitarras distorsionadas que vibran como en los buenos tiempos de Sum 41 o Green Day, con un bajo que empuja y una batería reventada.
La producción tiene esa crudeza pulida que se agradece. No hay exceso de capas, pero todo suena potente. La voz de Sam es melódica, pero con ese tono descarado y juvenil que le da sabor al asunto. Es una rola que te prende sin esfuerzo. De esas que te hacen mover el pie sin darte cuenta.
Escucha y Sigue su trayectoria
Si te late el pop punk sin pretensiones y con riffs pegajosos, dale una escuchada a Smyt. Síguelos en sus redes sociales, y claro, mantente al tanto de mis recomendaciones para no perderte lo mejor de la música.
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