Desde Tucson, Arizona, Impulse Nine nos presenta Nothing Is Easy, un trabajo que llega con todo el peso emocional de dos décadas de espera. Lo que empezó como una promesa personal de Steve —el alma detrás del proyecto— se materializa en ocho tracks cargados de atmósferas profundas, guitarras vibrantes y texturas que te envuelven por completo.
Después de varios de demos y muchos años de exploración, este disco es la forma en que Impulse Nine grita al mundo: “Aquí estoy”. Y vaya forma de hacerlo. Con una mezcla instrumental de post-rock, shoegaze, hard rock y ambient, Nothing Is Easy es un testamento de vida, duelo y alegría entre el caos.
Imprescindibles de Nothing Is Easy
I’m Sorry About Your Everything abre el viaje con una belleza devastadora. Es el último track que el papá de Steve escuchó, y se nota que está hecho desde el alma. El piano lleva la delantera, creando una atmósfera envolvente, mientras las guitarras y cuerdas crecen poco a poco hasta reventar en una oleada emocional.
A Wake te cambia la energía. Aquí sentí como si me lanzara a carretera sin mapa. Hay un impulso alternativo, un ritmo que te levanta y te empuja a seguir. Es justo ese track que suena cuando decides dejar todo atrás y simplemente avanzar.
Heavy Metal Mama le mete garras. Nació en 2007, pero suena completamente actual. Riffs estilo metal se funden con capas cinemáticas que construyen una vibra épica. Me gustó ese contraste entre rudeza y drama. Es como una película de acción con corazón.
All-Nighter es una exploración oscura, profunda. Uno de los tracks más largos del disco, y uno que más me atrapó. Tiene una estructura progresiva y una textura densa que se siente íntima. Hay nostalgia, sí, pero también momentos de liberación. Ideal para escucharlo de madrugada.
It Might Be Fine (But I Just Don’t Know) es shoegaze potente. El bajo y la batería forman una base que te arrastra. Es uno de los más enérgicos del álbum. Me dejó clavado con sus riffs potentes y esa vibra de «todo está mal pero seguimos».
Shadow Over Johnny Ringo’s Grave cierra el disco con una onda western futurista. Tiene algo de película de vaqueros espaciales, pero con fuerza. Es cinemático, enérgico, y perfecto para dejarte con esa sensación de que viviste algo importante.
La música de Impulse Nine
Lo que más me impactó de Nothing Is Easy es lo orgánico que se siente. Nada aquí suena forzado. La producción es sólida, con un sonido que no satura. Las atmósferas están llenas de matices que te atrapan sin esfuerzo. El bajo tiene una presencia firme, que sostiene todo. La batería es dinámica, con cambios que aportan vida a cada track. Y las guitarras… ¡uff! Vibrantes, emocionales, capaces de llevarte de lo contemplativo a lo catártico en cuestión de segundos.
Todo esto hace que el álbum se escuche auténtico. No hay artificios, sólo música hecha con propósito. Como dije antes, se nota que fue una promesa cumplida, un proyecto nacido del amor por la música y la necesidad de decir algo real.
Escucha y sigue su trayectoria
Nothing Is Easy no es solo un disco para fans del post-rock. Es una experiencia emocional que vale la pena. Si te gusta la música instrumental con capas, alma y carácter, este álbum te va a sacudir. Síguelo en sus redes sociales, y claro, mantente al tanto de mis recomendaciones para no perderte lo mejor de la música.
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Impulse Nine’s album Nothing Is Easy is a cinematic, emotionally rich instrumental journey through grief, perseverance, and hope. With powerful guitars, atmospheric textures, and solid production, it offers eight tracks that range from contemplative to cathartic. A must-listen for fans of post-rock and emotional soundscapes.
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