Heisenberg es de esas bandas que se sienten honestas desde la primera nota. Su mezcla de riffs saturados, melodías vehementes y energía cruda me atrapó desde que los escuché en Wolf. Conformada por Rudy Rodríguez y Rayco Hernández en las guitarras, Ant Morgan en la batería, Dácil Nirhea en el bajo y David Dunkel en la voz, esta agrupación tiene bien claro lo que quiere transmitir: intensidad, evolución y una identidad sonora que no busca permiso.
Su nuevo álbum, On The Edge, confirma esa evolución. Grabado y producido en Tenerife, este segundo disco suena más maduro, más rico en matices. Aquí no hay relleno. Cada track suma fuerza, emoción o textura. El disco explora temas oscuros con potencia, pero también con introspección. Me gustó cómo cada integrante dejó su huella en el proceso creativo. Se siente como una explosión colectiva, bien dirigida y con propósito.
Imprescindibles en On The Edge
Ardi Beltza abre el disco sin palabras, pero con todo el peso emocional. Es instrumental, pero se siente cinemática, con una dinámica que te prepara y engancha. Las guitarras llevan la narrativa con riffs potentes y envolventes. Es un inicio que promete y no decepciona.
Corium es un golpe al pecho. Crítica social directa, sin vueltas. «All the death in the name of peace» te confronta de inmediato. Me encanta la fuerza que transmite, como si cada verso fuera un puñetazo contra la indiferencia. La base rítmica sostiene el caos con precisión.
The Plague me dio escalofríos. La atmósfera es densa, casi asfixiante. Es una denuncia visceral contra lo tóxico, lo que arrasa. «You’re a plague! Incinerate!» no es solo un grito: es una expulsión emocional. Hay furia, pero también un fondo muy humano.
Demise tiene ese sonido grunge clásico que me encanta. El riff inicial engancha y no te suelta. Es una canción que habla de catástrofe, pero también de resistencia. «We must survive our demise!» se te queda clavada. Tiene ganchos melódicos y energía pura.
The Tid es el cierre perfecto. El más largo del disco y el más introspectivo. Comienza suave, como una confesión, y va creciendo en intensidad. «I found myself today / Just a little kid» es el inicio de una batalla interna. Es progresiva, emocional y termina en alto. Cierra el ciclo con fuerza.
Producción y Sonido en On The Edge
El sonido de este álbum me sorprendió. La producción está al nivel. Todo suena limpio, pero con garra. Las guitarras son protagonistas, pero nunca se comen a los demás. Los riffs son afilados, pero saben también cuándo retroceder y crear atmósfera. El bajo y la batería funcionan como un bloque firme, dándole solidez a cada track. Lo que más me gustó fue lo orgánico que se siente todo. No hay pretensión, solo entrega total. David Dunkel destaca con una voz melódica, enérgica y desgarradora cuando debe. El balance entre fuerza e introspección está muy bien logrado. Es un disco que se debe escuchar completo, sin interrupciones.
Escucha y Sigue su trayectoria
On The Edge no solo se escucha, se vive. Es una muestra de cómo el rock sigue evolucionando con verdad y carácter. Si te late el metal alternativo con tintes grunge y stoner, Heisenberg tiene lo que buscas. Síguelos en sus redes sociales, y como siempre, acá te seguiré compartiendo música que te sacude los sentidos.
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