Desde Ostende, Bélgica, Balratmort irrumpe con un debut que no pasa desapercibido. Después de más de diez años fuera del radar, este artista regresa con Shrimps, su primer sencillo en solitario. Aunque ha pasado por varias bandas —Subversion, Mandrake, Rebelge, entre otras—, esta nueva faceta lo muestra más introspectivo, oscuro y experimental. La canción es una mezcla de nostalgia, crítica ambiental y una belleza extraña.
Shrimps
La letra es una elegía moderna. “Where are the shrimps gone? / Where’s everything gone? / What have we done?” se repite como un mantra, dejando claro que esto va más allá de mariscos: es un lamento por todo lo perdido. La canción parece hablar desde un futuro colapsado, donde la culpa flota como un eco en las olas.
Hay una mezcla de ironía y dolor en versos como “Nobody knows what we have done. We murdered.” Balratmort no señala con el dedo, pero tampoco se queda callado. La crítica está ahí, entre líneas, envolviendo lo ecológico con lo existencial. Es como si la desaparición de los camarones fuera sólo el principio del fin.
La música de Balratmort
El sonido es difícil de encasillar, y eso lo hace aún más interesante. Hay una base alternativa, pero también toques de post-rock, elementos electrónicos y hasta algo de cine sonoro. La producción es sobria pero efectiva, con capas de sintetizadores que crean un ambiente misterioso y sombrío. La voz de Balratmort tiene matices profundos, casi espectrales, que le dan más peso al mensaje.
Escucha y sigue su trayectoria
Shrimps es un debut fuerte, raro y necesario. Si buscas algo que te saque de la rutina musical, dale play a Balratmort. Este proyecto solista promete explorar territorios nuevos sin miedo. Síguelo en sus redes sociales, y claro, mantente al tanto de mis recomendaciones para no perderte lo mejor de la música.
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Belgian artist Balratmort makes a haunting solo debut with Shrimps, a track that blends alternative, post-rock, and cinematic elements into one immersive experience.
The lyrics explore ecological collapse with surreal, almost absurd poetry: “Where are the shrimps gone?” becomes a cry for everything we’ve lost. It’s weirdly beautiful, melancholic, and thought-provoking. Musically, the song builds tension with electronic textures and atmospheric layers. His deep, emotive vocals add weight, while subtle dynamics keep it engaging throughout.
Shrimps is more than a song — it’s a mood, a message, and a bold return. Highly recommended for fans of dark, conceptual music.
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