Desde Dakota del Norte, Knifesmoke nos entrega su sexto álbum, Evil Eye, una oda densa y oscura al stoner metal más profundo. Conformado por Courtney Voorheis en las voces y Paul Voorheis en la instrumentación, este dúo sabe exactamente lo que quiere decir… y cómo hacerlo sonar brutal.
Este nuevo material se centra en temas de brujería, drogas y fuerzas invisibles que oprimen y liberan. Desde la primera escucha, supe que este álbum sería toda una experiencia sonora. Las atmósferas son hipnóticas, con guitarras que aplastan y una voz que logra transmitir tanto furia como melancolía. Un trabajo que, como amante del stoner oscuro y psicodélico, me atrapó de inmediato.
Imprescindibles de Evil Eye
Roanoke abre el álbum con más de siete minutos de lentitud ritual, denso y envolvente. La letra te mete en un bosque maldito, con frases como “We are the whispers of the dead”, que suenan como un conjuro. La historia de una colonia perdida se convierte en una marcha fúnebre con riffs pesados y atmósfera de pesadilla.
Coven of Shadows es un himno de resistencia mágica. La letra es casi una declaración de guerra: “With fire and roots our spirits ignite / We’ll stand as one and shatter the night”. El ritmo se acelera y la voz de Courtney brilla, poderosa, cargada de intención. Este track tiene un aura de aquelarre combativo que me puso la piel chinita.
Through the Emerald Light me pareció hipnótica. Un canto psicodélico al weed priest y al trance herbal, donde los versos como “Oh smoke laced whispers / In the sacred night” te transportan a una ceremonia brumosa. Es densa, sí, pero también mística.
Evil Eye da título al álbum, y vaya que lo representa bien. Oscura, siniestra, con una letra que parece escrita desde el delirio: “Eyes that pierce through sacred signs”. Tiene un ritmo envolvente, ideal para perderse en su espiral de paranoia y fuerza interior.
Lady Lilith mezcla lo sensual con lo letal. La letra habla de seducción, muerte y veneno con una poética oscura: “The rose and the poppy are her flowers there / Leading you into her snare”. Me encantó ese equilibrio entre belleza y peligro.
The Morrigan cierra el disco con fuerza bélica. Es el himno de una diosa de guerra que se cierne como cuervo sobre el campo de batalla. “In flies the morrigan / Leading you to war again” se repite como mantra, como amenaza. Un cierre épico y contundente.
La música de Knifesmoke
Lo que más destaco de Evil Eye es su claridad estilística. Aquí no hay experimentos al azar ni exceso de efectos. Las guitarras son densas, oscuras, y vibran con peso. El trabajo de Paul Voorheis en los instrumentos es sólido: riffs pesados, batería implacable y capas sonoras bien dosificadas.
La producción es buena: todo suena con potencia pero sin saturar. Las atmósferas tienen espacio para respirar, y eso permite que cada canción crezca. Courtney Voorheis aporta una voz de matices profundos y melódicos, capaz de ir de lo ritual a lo desgarrador sin perder identidad. Siento que este álbum está hecho con plena conciencia de su sonido, y eso se agradece. Es directo, sin adornos innecesarios.
Escucha y sigue su trayectoria
Evil Eye es un álbum que no busca complacer, sino invocar. Si te gusta el metal denso, brujesco y psicodélico, este disco va directo a tu altar. Tiene riffs que aplastan, letras que inquietan y un sonido que no pide permiso. Síguelos en sus redes sociales, y claro, mantente al tanto de mis recomendaciones para no perderte lo mejor de la música.
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North Dakota duo Knifesmoke releases Evil Eye, their sixth album and one of their darkest and most immersive works to date. Thematically rooted in witchcraft, psychedelia, and drug-fueled visions, the album delivers ten tracks of crushing stoner metal, richly layered with doom, sludge, and haunting melodies.
Standout tracks like Roanoke, Coven of Shadows, and The Morrigan showcase their knack for storytelling and ritualistic atmosphere. From the slow-burning intensity of Through the Emerald Light to the seductive venom of Lady Lilith, each song builds a unique chapter in this occult saga.
Courtney Voorheis’s vocals are powerful and soulful, adding depth to Paul Voorheis’s dense, heavy instrumentation. The production is tight and atmospheric, never overwhelming. The band clearly knows its sound and owns it with confidence.
If you’re into heavy, psychedelic music that’s both mystical and aggressive, Evil Eye is for you. Knifesmoke continues to carve their path with purpose, intensity, and a sound that demands attention.
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