Con apenas dos sencillos, Charlotte Sabina ya dejó claro que no vino a jugar. Desde el sur de California, esta artista grunge toma inspiración de rincones oscuros del internet, peluches nostálgicos, techos polvorientos y el vacío existencial. Su nueva canción, Shotgun, profundiza en ese limbo emocional donde todo se desmorona, pero lo haces con estilo.
Shotgun
Desde la primera línea, “Call it a quarry, it’s a glistening pit”, Charlotte nos lanza directo al abismo. La letra habla del deseo de apagar el dolor, de perder el control con tal de sentir algo. “I’m good, as long as I’m numb” se vuelve mantra y defensa. Es una canción sobre estar atrapada en el asiento del copiloto de tu propia vida.
Lo que más me impactó fue ese coro donde repite “Let me bleed in the shotgun seat”. Ahí se rompe todo. No hay metáfora rebuscada: es entrega total al caos. La canción vibra con desesperación, pero no desde la debilidad, sino desde la crudeza honesta de quien ya no pretende salvarse.
La música de Charlotte Sabina
La producción es sólida y envolvente. Todo suena orgánico, real, sin poses. Las guitarras vibran con energía, mientras bajo y batería forman una base estable, con cambios dinámicos que te mantienen alerta. Vocalmente, Charlotte tiene tonos brillantes, melódicos, con una energía que no decae. Es un track que suena potente sin perder sensibilidad.
Escucha y Sigue su trayectoria
Si aún no has escuchado a Charlotte Sabina, este es el momento. Síguela en sus redes sociales, y como siempre, acá te seguiré compartiendo música que te sacude los sentidos.
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With only two singles out, Charlotte Sabina is already making noise. Based in Southern California, her grunge aesthetic draws from internet horror, stuffed animals, ceiling corners, and emotional voids. Her latest song Shotgun dives headfirst into chaos, riding the line between numbness and surrender.
Right from the start—“Call it a quarry, it’s a glistening pit”—Charlotte drops us into a glittery abyss. The lyrics explore addiction and dissociation, finding safety in numbness. “I’m good, as long as I’m numb” hits hard and lingers. The chorus—“Let me bleed in the shotgun seat”—is devastating. It’s not a cry for help, it’s a raw surrender. The song’s honesty makes it powerful, not pitiful. You’re not watching someone break—you’re hearing them survive in the wreckage.
The music of Charlotte Sabina
The production is clean and textured. Everything feels organic. Guitars shimmer, the rhythm section locks in with drive, and the track flows with great dynamics. Her vocals are bright, melodic, and energized, carrying the emotional weight without losing clarity.
If you haven’t heard Charlotte Sabina yet, now’s the time. Follow her on social media, and of course, stay tuned for more of my recommendations so you never miss what’s shaking the music scene.
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